lunes, 28 de diciembre de 2009

Trabajo

Corrijo una de los puntos de mi post anterior, el motivo de que trabaje resultó ser el mismo que F. alguna vez me comentó de P., A. y S., "No te quiero en la casa lárgate".

Quedan escasos trabajadores de los que recuerdo cuando trabajé un verano a mis quince años; por un lado esto significó que los actuales trabajadores nos consintieran a mi hermano y a mí; por el otro, me deprimió ya que es un recordatorio de lo valiosas e indispensables que son las personas en términos del capitalismo/burguesía/materialismo dialéctico.

Por ocho días de trabajo me pagarán más de lo que se le paga a muchos de los trabajadores en sus respectivas quincenas; al comienzo me sentí mal, después decidí que era más llevadero el sentirme orgulloso, adoro a mi tía.

Mi presencia es en realidad innecesaria, hecho que no me deprime pues mis burgueses primos que laboran ahí también son innecesarios, uno incluso tiene un puesto innexistente, ¡Dichosa sea la familia!

Una bolsita de espejo vaginal me llamó la atención; tenía a una mujer (modelo seguramente) realsando una pierna insinuadamente mientras postraba su mano sobre su vagina más insinuadamente aún; me imaginé a una burguesa señora en caulquier hospital de Grupo Ángeles y traté de imaginar cual sería su impresión de ver el verdadero empaque del espejo; decidí que en realidad le daría igual.

Hace 3 años decidí que la música pop ochentera no era tan mala después de escucharla mil veces, hoy aprendí que no sucede lo mismo con la cumbia, la salsa, el duranguense y toda esa pseudomúsica pagana.

Aplique una de las soluciones de San Agustín a la aporía del tiempo; tuve éxito, el tiempo se me pasó volando aunque para esto pensé y pensé en mi triste conversación de anoche lo cuál me deprimió.


1 comentario:

  1. Me gusta cada vez más tu forma de escribir. Felicidades. Dominas la ironía y te envidio. Yo apenas puedo y lo peor es que la gente no sabe cuándo soy sarcástico y cuándo no.

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