martes, 1 de diciembre de 2009

Flores

Ss: Los árboles son de las pocas cosas bónitas que hay en esta horrible ciudad.
E: La mayoría ya no cumple con su función así que no lo son, al menos desde ellos mismos.
Ss: Pero son bonitos.
E: Eso no quita que no cumplan con su función; la mayoría están muertos por las plagas, son solo corazas. No se si su valor estético sea suficiente para contrarrestar esto.
Ss: Pues a mí me gustan.
E: ...
Ss: ¿Qué no te gustan las flores?
E: En sí mismas son hermosas.
Ss: ¿Verdad? A mi me encanta que me regalen flores.
E: Que horror.
Ss: ¿Por qué?
E: Una flor cortada es un ser muerto, a mi no me gusta para nada la idea de que me regalen algo muerto, podría haber una connotación de un deseo malsano detrás de un regalo de esa clase.
Ss: Claro que no.
E: ¿Una flor cortada no es una flor muerta?
Ss: ¿Osea que odias los regalos?
E: Eso no tiene nada que ver.
Ss: Hasta los chocolates haz de odiar.
E: No los odio.
Ss: ¿Que te regalen chocolates sí?
E: Por su connotación si.
Ss: ¿Hasta hay algo malo en regalar chocolates?
E: La cocoa tiene un alcaloide que desfrena el líbido de las personas.
Ss: Obvio no me regalan chocolates por eso.
E: ¿Pero aceptas que detrás de cada regalo suele haber la esperanza de alguna respuesta por parte del alagado?
Ss: Sí.
E: Si no es eso ¿qué podría ser?
Ss: ...
E: Si yo fuera mujer y me regalaran chocolates pensaría de quien lo hace como un ser depravado que busca aprovecharse de mí.
Ss: Por eso odio a los filósofos.

2 comentarios:

  1. ¿Es real el diálogo? Está muy bueno. Ayer, por cierto, me decía un chavo de Filosofía: nuestra clase es fácil de identificar (no sólo por la racionalización constante), somos pandronos, nos alejamos de la gente u cuando hablamos somos medio raros.

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