El autobus azul me está llamando...

Lo abordaré. Todo y más de nada en mi vida; me despido de ello. Gracias a mis amigos y a aquéllos que me apreciaron y apoyaron. Los quiero, yo los quiero. La Villa no por favor, odio ese lugar...permito algo religioso si quieren pero por respeto a mí La Villa no por favor. Esparzanme, donde quieran pero no me pongan en reposo en algún lugar; prefiero esparcirme en no se dónde y que mi existencia al final sea una duda a pretender que alguna vez me sentí familiar en un lugar. Respecto a sensacion de culpas no se preocupen, dejen de hacerse masturbaciones mentales con la muerte de alguien más. Su muerte es su muerte y nada más que ello. Ciao.

P.D. No está demás indicar que no quiero bajo ninguna circustancia comentarios estúpidos en Facebook.

Es increíble como llorar pierde su dimensión de tragedia cuando se lleva a cabo varias veces en cada día.

Dados

Dadas las condiciones actuales y atendiendo a eventos similares en el pasado (en el supuesto de que algo podamos aprender de éste) probable es que frente a la crísis de nuestros tiempos la Filosofía se desarrolle en el rubro de lo ético y del autodominio (Cfr. Ecuelas Helenísticas). Entiéndase "El mundo es una mierda, nada puedo hacer por éste, mínimo me preparo para tal basura no me corrompa sin esperar que mi brillito contraste entre tanta oscuridad." Por otro lado estamos aquí. En basura somos, en basura bailamos. La vida es horrible.

Dada mi tragicómica situación comienzo a perder cabello a velocidad pasmosa. Parezco fraile. Yo superfluo, yo futil; me acomplejo ante la idea de que mi calva está desplegándose. Hermosos videos deambulan en la red, risíble es que cada que creo nada más decadente ver siempre me muestran algo mayor y más grotesco. Retornaré al pesimismo nihilista de viejos tiempos (no hay tiempos viejos, todo es la misma miseria). El eterno retorno es cierto, las astucias de la razón de Hegel también (más bien de la razón desgarrada, circular y vacía de Masmela, sí, así se llama el colombiano), puerilmente y cargado de ilusion y fe amé sólo para reafirmar que Schopenhauer tenía razón. Schopenhauer, Hegel...mmm (risas). Las contradicciones son la constante de la horrible realidad (viva Hegel).

Temporada de hongos

Mi dolor es auto-elegido;
al menos así lo dice el profeta.
Yo podría quemar o cortar mi orgullo y ganar algo de tiempo.
Una cabeza llena de mentiras es el peso atado mi cintura.

Mi dolor es auto-elegido,
por lo menos yo creo que lo es.
Yo podría ahogarme o quitar mi piel y nadar hasta la orilla;
ahora puedo crecer una capa hermosa a la vista de todos

El río de engaños empuja hacia abajo, sí;
la única dirección en que fluimos es hacia abajo.
El dolor es auto-elegido, sí
Nuestro dolor es auto-elegido

L. Staley

"-Yo estoy loca, tu estás loca,

debes estarlo, sino no estaríamos aquí."

El gato de Chester, Alicia en el País de las maravillas.

El chiste es breve. Mi máscara de cordura tambalea como nunca antes. Asistí con un prestigioso doctor por insistencias de mi tía, prestigioso significa aquí "me hago rico escucho las idioteces de los burgueses neuróticos por su aburrimiento", el hombre se alarmó ante mis resultados; de acuerdo a sus estatutos estoy a una línea de depresión clínica y a una morbosamente diminuta raya de una crisis nerviosa. Extraño es esto, no por nada bauticé (aunque creo que más bien fue para sentirme especial) los últimos cuatro meses como las más difíciles de mi vida sin embargo creí que mis métodos usuales de catársis podrían con la carga. Quisiera ser un macho alfa, así mi cuerpo lejos de mostrar el aspecto débil y demacrado que todos sin pudor alguno me selañan, se haría fuerte con cada embestida. Quisiera considerar a todo el que me cuenta chistes mi amigo, así tal vez saldríamos. Quisiera no ver automatismo en las multitudes, así sería tal vez más sociable. Quisiera no extrañar el ocio. Qusiera ser feliz ante los malos tratos, las mentiras, el desprecio y el olvido de S., qusiera olvidarla tan pronto como ella a mí. Quisiera no sentirme un extranjero ante la pérdida del único lugar que me era familiar. Quisiera vivir un lugar donde el solecito llegue (factor mencionado por el señor doctor), qusiera pretender que todos son mis amigos, así no me sentiría sólo.

Con motivo de la clase improvisada que un Doctor quizo darnos para recordar viejas glorias disfrazada de "comentario a la conferencia de Platón importada desde la Universidad de Tubinga a la que fuimos" vino a mi mente el elemento en común que todos los profesores nos han dicho: como filósofos seremos pobres, nadie nos comprenderá, seremos bichos raros y nos sentiremos infinitamente sólos, de ahí la importancia de congregarnos para evitar la depresión y el suicidio lo cuál muchas veces ni es suficiente. Comienzo a pensar que la clase del eximio V.H. es una inyección de endorfinas para asumir esta constante y abrazar con más fuerza el ideal de bios theoretikos.

Sed deo sibillis

Tengo un problema grave según Haddot: la soledad derivada de mi ideal filosófico de vida respecto del ideal de la actitud natural ha hecho que desprecie el mundo.

Discurrí con V.H. sobre la dialéctica del amo y el siervo de Hegel. Dada mi fascinación por el tema me advirtió que ésta era compartida con cierto materialista alumno del pastor. Ante mi insatistacción con la conciliación de autoconciencias que ofrece Hegel mencionó la visión de un colombiano cuyo nombre por desgracia no recuerdo, la cuál le pareció hermosa a mi nihilista ser: las fricciones son constantes en el sistema hegeliano que nunca se superan del todo hasta que el Espíritu Absoluto retorna a sí mismo, ahora, desde un inicio éste se autodesconoció por lo que en caso de retornar a sí mismo éste volvería a desconocerse; por otro lado, si nunca se conoció, ¿puede verdaderamente hacerlo en algún momento? Me encantó esta interpretación circular (oda a Nietzsche) de Hegel en la que las miserias del mundo son eternas...

Por otro lado me recomendó, no sin advertime su marxismo, un librito del maestro de Hegel de joyitas como Sartre, Camus, Derridá, etc sobre el tema.

La necesidad hizo que traicionara un muy arraigado principio de mi ser. No me agobio, no es lo mismo venderle el alma al diablo que rentarsela.

Olvidé algo trivial en un examen. Tengo coraje.

Al fin tengo mi diccionario de griego. Mi felicidad se tuvo que ver frustrada: tiene un severo golpe en la contraportada, además quedé pobre.

Descubrí algo doloroso. Paradójicamente me siento bien. O soy idiota o descubrir la verdad ha hecho que al fin supere mi mayor tormento durante los dos últimos meses.

Trabajo, lo odio pero tengo necesidad. Extraño mi ocio. Odio ser pobre

Ciertos seres consumidos hasta las entrañas por los menesteres judeocristianos antes que vencer su historicidad optan por bautizar a los pensadores paganos. Detestables.

Ayer decidí suicidarme; tomé un cuchillo corriente con mango blanco y comencé a introducirlo en mi estómago. Antes de llegar a mis entrañas lo saqué. Enjuagué el instrumento y con él unté mermelada de zarzamora en un pan. He llegado a la conclusión de que no me suicido por morbo. Alguien falleció, como imbéciles todos le subieron a Facebook lo que debieron decirle en vida. Noto un aire malsano tras sus "nobles comentarios". Mi muerte es mi muerte.