viernes, 25 de diciembre de 2009

Magia

Y es así como la magia de la Burguesía lo puede todo. Sólo un ente de tal clase pudo ser capáz de romper la barreras de la religión y unir a toda clase de seres en una festividad; después de todo, ¿quién dijo que para festejar la Navidad se necesita ser cristiano? Esas son falsas formalidades, meras vanalidades. Que la Navidad es unión, familia, regalos, cena...

Gnósticos, herejes, renegados sacriélegos y hasta uno que otro judío perdido se juntan en familia, se atascan en la cena, se abrazan, intercambian regalos, festejan como si el maldito y cruel mundo no les importara, hacen promesas de unión y de superación pretendiendo a ritmo de villancincos estar unidos cuando en realidad no lo estan.

A festejar y a atascarse como en la Navidad anterior (y la anterior...) para después esperar el año próximo, y el año próximo y el año próximo...

2 comentarios:

  1. Todos se felicitan, no encuentro la razón.

    Saludos. :D

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  2. + Eso lo aprendí esta semana viendo Friends: el sobrinito de Monica, que es judío, prefiere a Santa y Superman. ¡Muera el Hanukah! Hay una máxima que nunca olvidaré: "El capital no tiene fronteras". Aunque no viva la dialéctica desde la óptica adecuada, el materialismo es una enseñanza que nunca despreciaré.

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