lunes, 24 de mayo de 2010

El eterno retorno...

"Lo absurdo de una cosa no prueba nada
contra su existencia, es más bien, una
condición de ella."
Nietzsche


Mi neurósis terminó, al fin vi a mi novia. Es deprimente que por un momento haya decidido no ir a verla, cuan autodestrutivo puedo ser a veces. Todo lo demás parece estarse resolviendo por añadidura, al menos hasta el momento todo marcha bien con excepción de que mi novia se esta hartando de lo taciturno y neurótico que puedo ser (aunque la neurósis fue causa de que por confabulaciones del cosmos no la había podido ver en tres semanas). Tengo miedo, no quiero perderla.

Pasé inglés, ahora sí, la preparatoria terminó.

Leí Sueños en la casa de la bruja de Lovecraft; es oficial, adoró más a Lovecraft que a Poe. Su terror basado en universos alternos, nociones matemáticas y el caos imperante en el cosmos me atemorizan y me deleitan más que las resoluciones racionales y grotescas, pero racionales después de todo, de Poe. Tal vez no comprendó su dimensión (¿qué es más atemorizante que la realidad?), el hecho es que ya no me causa la misma fascinación que de infante.

Antes de ir con mi novia husmeé en la librería (¡oh glorisoso placer de mi existencia!) La última vez que asistí a una fue precisamente con mi novia y no compré nada. Hoy planeaba comprar las cartas a Regina y a Emil (uju) de Kierkegaard. Mi neurósis aún presente me obligo a desechar un libro sublime por uno cargado de hastío. Experimenté un momento de angustia al tener que decidirme entre Camus y Sartre, opté por Jean-Paul al final. Ahora que me siento mucho mejor, sé que su lectura no me será tan grata.

Realizo, sin éxito, la búsqueda de todo lo que perdí; curiosa patología psicológica la mía: cuando están encima de mí (you are standing on my neck) pierdo las cosas. Tengo fe kierkegaardiana de encontrarlas.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Es inimaginable la cantidad de cosas que el judío aniquila dondequiera que pone su planta. La palabra “internacional” que le entusiasma, evoca en él la esencia del consensus sin tierra y sin límite, ya se trate de socialismo, pacifismo o capitalismo. Si para la democracia euroamericana las luchas constitucionales y las revoluciones significan un desarrollo hacia el ideal civilizado, para él estas luchas son, sin que se dé cuenta de ello, la descomposición de todo eso, que es diferente de su propia naturaleza.

Para el espíritu faustico la “Ilustración” significaba un paso adelante en el camino de la vida propia; un paso sobre ruinas, sin duda, pero en el fondo una afirmación. En cambio para el judaismo era una destrucción nada más; era la descomposición de algo ajeno al alma judía, de algo que el judío no logró nunca comprender.

Spengler, La decadencia de Occidente

...


Tengo desordenes de sueño, comenzaré a tratarme en verano. Parece que tendré que cambiar el paracetamol por lorazepam.

He estado muy neurótico desde la semana pasada, lo atribuyo a varios factores. He estado también un tanto paranoico, espero que el viernes cese todo.

Mis saltos de fe kierkegaardianos no le hacen gracia a nadie, todos me dicen que me quede con la calificación de matemáticas que tengo.

Terminó la preparatoria (sujeto a mi calificación de inglés), las materias que me quedan por presentar son mero trámite. No se qué pensar, a decir verdad no hay mucho qué, siempre me sentí ajeno, extraño ahí.

Murió Ronnie James Dio, leyenda del Rock (Rock no "Rock"), viva este tiempo, a nadie le importó, a todos les vale que haya sido el precursor de la señal de mano, los famosos cuernos que ahora hasta los Jonas Brothers hacen. Solté unas cuantas lágrimas.

Supongo lo peor de todo, ruego que cese.

jueves, 13 de mayo de 2010

¡Intégrate! (Diatriba contra nuestro tiempo)

¡Oda a nuestro tiempo! ¿Qué otro como él? Que mueran las mentes retrógradas cuyas aberraciones fueron matadas por la invencible monotonía (cero y van quien sabe cuantas...).

No nos queda más que este cadaver que los seres previos a nosotros nos dejaron. ¡A disfurtar pues el cadaver! ¡Retorzámonos en él! Integrémonos pues. ¿No es ese el discurso de nuestro tiempo? Seamos pues seres de nuestro tiempo, no nos queda de otra, es nuestro tiempo ¡a vivir según él!

No importa más quien sea yo, quien seas tú, quienes sean ellos. Los rasgos característicos de cada quién tan solo estorban. Abanderados por la integración concurrámos todos aquí y ahora; aquí y ahora, pensar en algo más, eso es la fruslería.

No hay que tirar más idólos, todos acabados estan ya y si no, ¡no importa, integrémoslos! Que bella palabra, no hay que pelear más. Seamos tolerantes, no solo dejemos que el cadaver del mundo se putrifique más, participemos en ello. Podemos ahora, sin dejar de vivirlo, observar como las obras de nuestros tiempo danzan en el espectáculo; los maricones se besan frente a nosotros, los niños adoptados por ellos ya son; nuestros niños convivirán con el producto que de ahí derive. Las rameras ni piensan que pudo ser de la víctima de cada uno de sus abortos. Los turcos invaden Alemania, España plagada de moros está, los idiotas se meten en cada cosa sin siquiera saber algo de ella...

Eso es posmodernidad. ¡Viva la posmodernidad! No nos preocupemos de que los rasgos distintivos de la cultura se pierdan; un momento, ¡ya no hay cultura! Matamos el arte y ahora vivimo abrazados al nihilismo. Sonriamos pues, veamos como gente ajena a la circustancias y al contexto específicos forman parte de ellos. Yo, retrógrada, amargado e intolerante me avergüenzo de mi tiempo y de que mi familia sea ya, inconscientemente, una familia posmoderna.

sábado, 8 de mayo de 2010

Fight Club: Aforismo posmoderno

"Antes mirábamos pornografía, ahora miramos catálogos"