jueves, 7 de octubre de 2010


Ayer decidí suicidarme; tomé un cuchillo corriente con mango blanco y comencé a introducirlo en mi estómago. Antes de llegar a mis entrañas lo saqué. Enjuagué el instrumento y con él unté mermelada de zarzamora en un pan. He llegado a la conclusión de que no me suicido por morbo. Alguien falleció, como imbéciles todos le subieron a Facebook lo que debieron decirle en vida. Noto un aire malsano tras sus "nobles comentarios". Mi muerte es mi muerte.

2 comentarios:

  1. De aquellos momentos en que no se sabe si vivir o morir. Creo que aquél que ame la vida, debe amarla a tal punto que sepa cuándo poner fin a ella. En cuanto a esas personas, son buitres, solamente están en la muerte.

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  2. Yo ya la agregué, a ver si me acepta desde el cielo...

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