
Dada mi tragicómica situación comienzo a perder cabello a velocidad pasmosa. Parezco fraile. Yo superfluo, yo futil; me acomplejo ante la idea de que mi calva está desplegándose. Hermosos videos deambulan en la red, risíble es que cada que creo nada más decadente ver siempre me muestran algo mayor y más grotesco. Retornaré al pesimismo nihilista de viejos tiempos (no hay tiempos viejos, todo es la misma miseria). El eterno retorno es cierto, las astucias de la razón de Hegel también (más bien de la razón desgarrada, circular y vacía de Masmela, sí, así se llama el colombiano), puerilmente y cargado de ilusion y fe amé sólo para reafirmar que Schopenhauer tenía razón. Schopenhauer, Hegel...mmm (risas). Las contradicciones son la constante de la horrible realidad (viva Hegel).

Por más que creas que tus amigos no alcanzarán mayor decadencia, ahí están apra demostrarte lo contrario.
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