miércoles, 3 de febrero de 2010

Limones

Antes era amargado mentalmente, ahora mi cuerpo también lo es. Leí de un día para otro La vengaza de Sor Juana de Mónica (Héctor) Zagal. No es hazaña pues el libro es corto, 200 páginas (V.J.G.V. "$1 por página" jaja). No es hazaña pues lo que antes hacía en dos horas ahora lo hago en tres (casi cuatro). No es hazaña pues mi amargado cuerpo me hizo presa de un insoportable dolor de cabeza y me ausenté del mejor día de AIV. Anque no habría Filosofía, Historia de la Cultura e I.C.E.P. (con el hombre más brillante que he conocido) son siempre buenas clases, así mísmo ver al profesor de Derecho fuera de quicio es divertido (cuando mi somnolencia no me molesta). Envié mi trabajo correspondiente al adjunto de Héctor Zagal, espero que lo reciba.

La Venganza de Sor Juana me gustó. La formula es la misma que la de La cena del Bicentenario, el cual no es malo pero me decepcionó, gastronomía con un misterio estilo Agatha Christie. Tal vez Gula y Cultura, el cual fue de mi total agrado, si influyo de algún modo para que apreciara la fórmula que otrora no me convenciera.

Pienso en la Temporalidad, mencionada por Heidegger en El Ser y el Tiempo como necesaria necesario para que el ser de cada ente tenga sentido. Esto va de la mano con lo mencionado en el mismo tratado sobre la existencia, sin la cual el "ser ahí" (la posibilidad de ser del ser) no podría comprenderse. El planteamiento esta resultando mucho para mi inocente ser, comienzo analizar la posibiliad de regresar al concepto de Dios. Finalmente, mi Dios, por más vueltas que le doy es Aristotélico, aquél primer motor al que tendemos por ser lo perfecto pero que nunca podremos alcanzar debido a que no le importamos (cuestión de lógica).

S. se queja de su maestra de Literatura.
Es como yo, -Dije- amargada.
-Tu no eres amaragado -Contestó. (Lo que sea que eso signifique.)

Encontré el disco de la Overtura 1812 de Tchaikovsky interpretada por la sinfónica de Bratislava y por cuya ausencia mi existencia se turbara tanto hace tiempo.

3 comentarios:

  1. Yo gano velocidad de lectura en algunas cosas, y de plano en otras ni me puedo concentrar. El libro de Zagal me lo leí en tres días. No había voluntad.

    Recupérate, estimado.

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