martes, 6 de abril de 2010


Fui a una pequeña y bonita iglesia de lo más burgués que paradójicamente tiene el nombre de Santo Tomás Moro, que ironía...

Estuve en una horrible colonia en el cerro. Me bastaron las dos horas que ahí estuve para decidir que es el lugar más feo en el que he estado en los últimos años. Calles mal trazadas y pesimamente pavimentadas; casas (¿casas?) horribles con techos de lámina; anuncios de cerveza por doquier solo superados en cantidad por los anuncios del Peje y del PRD, olor a orina, cigarro y mecos; horribles grafittis, prácticamente rayones (los de mi colonia al menos tienen dibujitos y coloritos) polvo rasposo en el aire; y para cerrar con broche de oro, nacos, la más grande cantidad de nacos que he visto en tan poco tiempo (limaginen al tipo de la foto por docenas). Seres menesterosos, negroides, indigenoides, con vestimentas de lo más extrañas, melenas ridículas y sucias y su característico tono de voz. El premio se lo llevó uno de esos galanes de balneario que jugaba a las maquinitas, se manoseaba a sus novia y bebía cerveza al mismo tiempo. Después de todo mi colonia no es tan proletaria...

Mi madre sospecha (no se por qué, en serio) que me he vuelto protestante, no importa que clase de protestante, para ella todos son iguales.

Estoy muy izquierdista ultimamente, espero que se me pase pronto. Si me voy a un mitin de López Obrador sabré que el asunto en verdad es serio y procederé a medidas extremas (como pasar un día entero en la mencionada colonia)

2 comentarios:

  1. Excelente lugar joven viajero, no dejes de llevar a VJ a tu próximo viaje de "safari"

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  2. Me agravian ja ja... ¿Para qué me ha de llevar a su safari, si me basta y sobra con el auditorio Che Guevara?

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