Arlequines

"Ay de aquéllos que amamos como en los libros

(...) ¿Qué somos? ¿Títeres o titiriteros?"

Fer Jota.

Tensiones, miedo, desolación, incertidumbre, impotencia, desconfianza y sin embargo creo que de verdad vuelvo a ser yo mismo (lo que sea que ello signifique...). Mi kierkegaardiano ser comienza a retornar para dominarme, no obstante aún es insipiente. Espero retorne pronto, vienen las vacaciones y temo sentirme más sólo que nunca en mi vida.

Lloré ayer como poseso por Sofía, nunca en mi vida lloré así (retorna el exhibicionismo, ¡he vuelto! jaja). Gimoteaba, temblaba, me ahogaba y como resultado mi cabeza explotó de dolor al final. Leí un texto hermoso que una amiga me dió. Verdaderamente me ayudó a sentirme mejor. No planeo explotarlo, no quiero que el hastío me prive de él.

Me persiguen mis demonios, me agobian recordándome a Sofía y que no supe manejar las cosas mejor. No obstante no dejo que me destruyan, los asumo kierkegaardianamente aunque ello implique algo de angustia. Me despedí de ella aunque no sé si lea el correo que le dí. Deseo que sea feliz.

Tengo la opción pesimista de Schopenhauer para justificar mi estadio culminante: A quien todo lo ha perdido, le queda Dios todavía.

Escuché a un amigo el viernes. Tardó pero se deshaogó. Me da gusto por él. Hoy le ofrecí mi apoyo a otro amigo aunque dados los eventos recientes no sea la persona más idónea para eso. Cumplo con mi estadío ético. Me siento satisfecho en ese sentido.

Hice planes con dos amigos para el futuro. Espero los realicemos, verdaderamente me ayudaría.

Angustia por los examenes finales. En cuanto concluya mi trabajo de V.H. me llenaré de valor y confianza.

Empiezo desde cero. Tengo miedo pero confío en sobreponerme. Me gusta mi nuevo tono de voz.