viernes, 6 de noviembre de 2009

Alicia y el Gato de Chester

El presente es uno de mis fragmentos predilectos de mi libro favorito.



El Gato tan sólo se sonrió cuando vio a Alicia. Parecía de buen humor, pero mostraba unas uñas muy largas y unos dientes muy afilados, de manera que Alicia pensó que sería prudente tratarlo con delicadeza.

-Minino de Chester -empezó Alicia tímidamente, pues no estaba del todo segura de si le gustaría este trato, pero el Gato no hizo más que ensanchar su sonrisa, por lo que Alicia decidió que sí le gustaba.

-¿Quieres decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?

-Eso depende en gran parte del sitio al que quieras llegar -dijo el Gato.

-No me importa mucho el sitio.-dijo Alicia.

-Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes -dijo el Gato.

-Con tal que conduzca a alguna parte-añadió Alicia como conclusión.

-¡Oh, puedes estar segura de que llegarás a alguna parte-aseguró el Gato-si caminas lo suficiente!

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