viernes, 10 de diciembre de 2010

Maltus


Ví la película distópica Cuando el destino nos alcance; previo a lo anterior ingerí mi pastilla del día. Pensé morbosamente sobre la posibilidad de que mi cerebro relacionara la estimulación de serotonina con las escénas del filme.

Preparé azado uruguayo, no tengo más estómago fuerte, temo haber pecado de gula de tan lleno que me siento (...).

Seleccioné obras clásicas para leer en vacaciones, temo por mi amigo V.J.

Mi querida G. nuevamente tumbó con un silogismo muy sencillo los dolores de mi atormentado ser ético; ya puedo escribir poesía de nuevo, G. es genial.

M. me enseñó a hacer el nudo de bufanda que siempre deseé aprender a hacer. Me colmé de felicidad durante todo el día, algunas compañeras sintieron ternurita por mí, otras sintieron que soy homosexual.

Iré al MUNAL a una muestra de grabados surrealistas con M.

La conocidas habilidades de mi ser tecnológico hacen que sienta angustia por el jueves en que inscribiré mis materias.

El domingo cambio de domicilio.

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